¿Es este realmente mi tatuaje? ¿Qué importancia tiene la opinión de otras personas?
En este artículo descubrirás:
- ¿Quién y qué determina la apariencia del tatuaje?
- Cómo influye el conformismo en nuestras decisiones
Le preguntaré a mi mamá, a mi esposa, a mi papá, a mi perro...
Un tatuaje nos expresa. Esto debería bastar como respuesta a la pregunta de si debemos tener en cuenta las opiniones de los demás cuando nos tatuamos. Por supuesto, podemos buscar opiniones, inspiración, buscar y consultar ideas con nuestros seres queridos, pero realmente debemos mirar dentro de nosotros mismos. Sin embargo, si no sabemos o no estamos muy seguros de qué es bueno para nosotros y qué es lo que realmente nos expresa, al menos debemos estar seguros de a quién acudir para pedir ayuda sobre el tema.
Porque puede resultar que nuestros seres queridos no nos conozcan tan bien. Puede que conozcan tu segundo nombre, pero ¿conocen cuál es tu tercer dinosaurio favorito? Y cuanto más distantes son los conocidos, más torpes pueden resultar sus consejos. ¿Un ejemplo? Foros de aficionados y grupos de personas con tatuajes: se necesita mucha paciencia, piel dura y resistencia para resistir la ola de críticas (porque menos frecuentemente críticas) que pueden inundarnos sobre ellos.
Todos tienen razón, pero sobre todo la suya....
El aspecto del tatuaje lo decide el artista, pero la idea la decido yo. Podemos abordar esto de muchas maneras diferentes: podemos decir "quiero esto" o "quiero uno como este". Contrariamente a la intuición, estos son dos enfoques muy diferentes para hacer realidad una visión.
El primero deja claro que estamos interesados en "esto": una dirección clara de ejecución, estilo y tal vez incluso ubicación. El segundo enfoque, por otro lado, donde queremos "ese" tatuaje sugiere nuestra apertura y muestra inspiración en lugar de una visión terminada.
¿Eres tú o soy yo?
El conformismo puede ser fatal para el proceso del tatuaje. Por un lado, muestra que no somos capaces de responsabilizarnos de nosotros mismos y de nuestro cuerpo, no estamos seguros de qué y cómo queremos expresarnos, queremos pasar la responsabilidad a otra persona.
Sin embargo, no se debe confundir con inspiración y tener en cuenta la opinión de los demás. Después de todo, no hay nada de malo en obtener ideas basadas en la opinión de otros. Sin embargo, recuerde que otra persona nunca sentirá ni pensará como usted. Él o ella puede intentar hacerlo, pero no lo logrará por una simple razón: él o ella no es usted.
Resumen
¡Pidamos opiniones! Usted mismo, otros: cercanos, lejanos, completos desconocidos. Porque es muy diferente tener en cuenta la opinión de otro que tomarla como propia. Tenemos que encontrar un equilibrio entre la influencia de otros individuos (independientemente de su importancia para nosotros) y nuestros propios medios. Porque tantas personas, tantas opiniones y al fin y al cabo no todos pueden ser decisivos, por lo que la multitud de posibilidades se multiplica exponencialmente. Entonces, ¿por qué escuchar a los demás cuando puedes escucharte a ti mismo?...